El bypass gástrico es una de las soluciones más efectivas al sobrepeso. Sin embargo, conviene seguir una serie de pautas para que el tiempo de adaptación sea lo más seguro posible. En este artículo, se detalla la dieta tras un bypass gástrico, prestando atención a las distintas fases que establece.
Dieta tras un bypass gástrico
El principal objetivo de estas pautas alimenticias es adaptar el estómago a los nuevos cambios. De igual modo, se trata de evitar que el proceso de digestión provoque que se estire más de la cuenta. A su vez, sirve para acostumbrar al cuerpo a comer menos cantidades y evitar los efectos secundarios que pudiera ocasionar la cirugía.
Primeramente, los primeros diez días se deberá adoptar una nutrición líquida basada en caldos, infusiones y zumos. Esto se complementará con la ingesta de dos batidos hipercalóricos al día. Por su parte, se evitarán el café, los refrescos, el alcohol o aquellos productos que puedan resultar irritantes.
Los próximos siete días, el paciente incluirá lácteos desnatados, sémola y cremas con alimentos proteicos triturados. Esta vez, el complemento clave será la proteína aislada en polvo. La fase semisólida comenzará una semana después, y se añadirán compotas, fruta madura picada y alimentos proteicos triturados con textura de puré.
La última etapa de la alimentación progresiva es la fase blanda. Se introducirán pan tostado, arroz, verduras cocinadas, pasta blanda, pescados y carnes. También se puede ingerir fruta madura y huevos. A los siete días, el paciente podrá comer con total normalidad, aunque apostando por una alimentación saludable y equilibrada .
En definitiva, la dieta tras un bypass gástrico es idónea para que el proceso se lleve a cabo sin ningún riesgo. Esta intervención, además de ser segura, es una solución excelente para bajar de peso y recuperar la vida saludable. Contar con profesionales como Obesis, te permitirá disfrutar del mejor cuidado en un ambiente profesional.
