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En Clínica Obesis somos especialistas en el Sleeve Gástrico en Almuñécar, también conocido como gastrectomía en manga. Se trata de una de las cirugías bariátricas más seguras y eficaces para el tratamiento de la obesidad en pacientes que no han conseguido resultados con otros métodos de pérdida de peso.
Este procedimiento permite reducir el tamaño del estómago, controlar la sensación de hambre y mejorar la calidad de vida del paciente, logrando una pérdida de peso progresiva y sostenida.
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A pesar de lo extendido que está a día de hoy el tubo o sleeve gástrico, mucha gente desconoce por completo sus características, su funcionalidad y sus objetivos. Por ello, en este post se enumerarán y analizarán las prestaciones que ofrece a los usuarios interesados en este recurso médico.
El Sleeve Gástrico es una intervención quirúrgica en la que se extirpa alrededor del 80 % del estómago, dejando una forma tubular o de “manga”.
La cirugía dura aproximadamente 60 minutos.
Se realiza mediante laparoscopia, una técnica mínimamente invasiva que permite una recuperación más rápida.
No altera la absorción de nutrientes, ya que el intestino delgado se mantiene intacto.
Un aspecto fundamental de esta cirugía es que disminuye la producción de ghrelina, la hormona que provoca la sensación de hambre, lo que ayuda al paciente a controlar el apetito y la ansiedad por la comida.
El paciente conserva únicamente un 20 % de su capacidad gástrica original, lo que genera una sensación de saciedad precoz al ingerir pequeñas cantidades de alimentos.
Al extirparse la parte del estómago que produce ghrelina, la hormona del hambre, se consigue un menor deseo de comer y una mejor adherencia a los nuevos hábitos alimenticios.
El Sleeve Gástrico no solo ayuda a perder peso, sino que también contribuye a mejorar enfermedades relacionadas con la obesidad como:
Diabetes tipo 2
Hipertensión arterial
Colesterol elevado
Apnea del sueño
Este procedimiento se recomienda para:
Personas con un IMC entre 35 y 45.
Pacientes con obesidad severa que no han tenido éxito con otros tratamientos.
Pacientes con enfermedades graves donde no se aconseja una cirugía malabsortiva.
Personas que necesitan bajar de peso antes de someterse a otra intervención médica.
Adolescentes con obesidad severa en situaciones específicas.
La intervención se realiza por laparoscopia, lo que significa menos dolor y una recuperación más rápida:
Se hacen entre 3 y 4 pequeñas incisiones en el abdomen.
A través de ellas se introduce un laparoscopio (cámara y luz) para guiar la cirugía.
Se retira aproximadamente el 80 % del estómago, dejando un estómago más pequeño con forma de tubo.
Gracias a este método, el riesgo quirúrgico es menor y el posoperatorio mucho más cómodo.
En la mayoría de los casos, los pacientes logran perder entre un 60 % y 70 % del exceso de peso corporal durante los primeros 6 a 10 meses posteriores a la operación.
El tiempo de recuperación es de 2 a 3 semanas, dependiendo de cada paciente. Al ser una cirugía laparoscópica, el posoperatorio suele ser rápido y con menos molestias.
No. Este procedimiento es irreversible, ya que se extirpa una parte del estómago que no se puede volver a reconstruir.
La pérdida de peso comienza de forma inmediata. Los resultados más significativos se observan durante los primeros 6 a 10 meses tras la operación.
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