La técnica de puboplastia se está convirtiendo una de las más demandadas de la actualidad. Este procedimiento quirúrgico, también conocido como lifting de pubis, soluciona los problemas de exceso de tejido y adiposidad entre la vulva, o zona genital en caso de los hombres, y el abdomen. Con ello conseguimos retensionar y retornar a un estado cercano al original toda la zona púbica. Los resultados obtenidos rejuvenecen el aspecto del pubis y le devuelven la armonía estética.
A pesar de ser un problema frecuente tanto en hombres como mujeres, es usual que nos encontremos con cierta timidez en los pacientes que acuden a consultar. La intervención de este problema, más habitual de lo que pueda parecer, refuerza la satisfacción y autoestima de las personas operadas. También se suele intervenir de puboplastia a personas que, tras una considerable pérdida de peso, presentan exceso de piel o flacidez considerable en la zona.
¿En qué consiste un lifting de pubis?
El procedimiento fundamental consiste en una extirpación de la piel sobrante. Con ello se logra elevar y dar firmeza a la zona. Si es necesario, podemos realizar otros tratamientos en la zona, como lipoesculturas, con el fin de devolver el aspecto púbico a un estado que permita al paciente sentirse satisfecho con su fisionomía.
A pesar de que el mayor porcentaje de mujeres que se someten al remodelado de pubis suelen ser postmenopáusicas, tenido varios partos o haber experimentado un descenso importante de peso, puede ser efectuada a cualquier persona. En el caso de los hombres, es frecuente la intervención en aquellos que sufren, o han sufrido, obesidad. Toda persona que quiera mejorar la estética de la zona, y siguiendo nuestro consejo médico oportuno, podría intervenirse.
¿Qué preparativos requiere la puboplastia?
Los propios de cualquier intervención quirúrgica. En bastantes ocasiones podemos llevar a cabo la operación con anestesia local y de forma ambulatoria. En determinados casos, debido a la extensión y cantidad del tejido a extirpar, es precisa la anestesia general. La cicatriz es apenas perceptible, similar a una cesárea.
En cuanto al postoperatorio, es similar al de cualquier intervención ambulatoria. Las primeras 48 horas se sienten leves molestias, fácilmente tratables con analgésicos orales ligeros. Recomendamos pasar los dos primeros días tras la operación en reposo. Eso nos evitará eventuales complicaciones. Consideramos importante la prevención de problemas que rara vez suceden.
¿Existen riesgos?
Evidentemente, en cualquier intervención médica en un quirófano existe algún riesgo. No obstante, constatamos que el lifting de pubis no representa un riesgo de mayor cuantía que otra intervención similar. Estos pueden ser pequeños sangrados o infecciones. Todas estas complicaciones son de fácil prevención siguiendo las debidas instrucciones médicas.
Con la puboplastia se consigue mejorar el aspecto físico de una zona que frecuentemente acompleja a muchas personas. Con ello, se refuerza la autoestima y la consiguiente calidad de vida del paciente.